La primera meta a cumplir con el Fondo Monetario será bajar el rojo primario de 3% a 2,5% del PBI. El Fondo Monetario insiste con una baja en el gasto de subsidios a las tarifas.
Con el núcleo del programa financiero ya acordado, el Gobierno deberá avanzar hacia las primeras metas exigibles acordadas con el Fondo Monetario Internacional. La primera parada será apenas dentro de unas semanas, cuando tenga lugar la primera revisión trimestral del calendario. Esa primera evaluación, muy preliminar dado que el consenso técnico acaba de ser alcanzado, tendrá en consideración metas de tipo fiscales, de financiamiento monetario y de reservas en el Banco Central.
Para poner en números: en 2022 el Gobierno deberá, según la hoja de ruta oficializada el viernes, bajar el déficit de cerca del 3% del PBI a 2,5%, es decir un ajuste de 0,5 puntos del Producto. A pesos y tamaño del PBI de hoy, esto implicaría unos $235.000 millones. La cuenta no es lineal ya que la nominalidad en pesos al finalizar este año será distinta a la de la actualidad por el efecto inflacionario. No está claro, por el momento, cómo deberían ser las metas trimestrales para ese 2,5% final que se pretende para este año.
Más allá de que las metas sean plurianuales, este 2022 ya tendrá desafíos macroeconómicos por delante. Además de esos 2,7 puntos del PBI de caída en la asistencia desde el Banco Central, el recorte del rojo en las cuentas públicas debería ser, para algunos analistas, superior a los 0,5 puntos, ya que por ejemplo, este año el Tesoro no contará con el aporte extraordinario de las grandes fortunas. De esa manera, quitando esa variable de la cuenta fiscal, la poda debería ser de 1 punto del Producto Bruto.
Las críticas a la viabilidad de esa meta fiscal no provinieron, por el momento, tanto del arco político opositor, sino del propio oficialismo. La tensión interna por el resultado de las elecciones se hizo evidente -desde el momento del anuncio del consenso técnico- a través del silencio de radio casi total del ala frentetodista que lidera Cristina Kirchner. El propio Guzmán no pudo responder en conferencia de prensa si la vicepresidenta estaba de acuerdo con las conclusiones de las negociaciones, y se limitó a decir que cada postura quedará plasmada en el tratamiento parlamentario.